A veces la vida te romperá el corazón de formas
inimaginables, sentirás miedo, soledad, vas a querer gritar al cielo por
haberte abandonado, pensarás que todo es injusto. Aún así tendrás que
levantarte y seguir, para eso estás aquí. Llorarás muchas veces, creerás que nada
tiene sentido, que el mundo no es un lugar bueno. Pero vas a levantar la cabeza
y seguir; porque se trata de ti, solo de ti, no de quienes hay a tu alrededor
ni del amor o compañía que te brinden, entenderás que quienes están hoy quizá
mañana ya no estén. Y si, sentirás una profunda tristeza, un indescriptible
dolor. Tus ilusiones rotas, el mundo que creaste en tu mente hecho pedazos. Sentirás
enojo, frustración, culpa, ganas de rendirte, pero tendrás que afrontar los
golpes y seguir adelante. Volver a unir las piezas de ese corazón roto. Confiar
de nuevo en las personas, ilusionarte, amar otra vez, creer otra vez. A pesar
del dolor habrás aprendido a nadar contracorriente, a enfrentar el miedo, a ser
más fuerte, pero también a sentir mayor empatía, a entenderte, a no acurrucarte
en el suelo, a tender tus propias manos para levantarte. Dejarás que los
recuerdos sean solo eso, momentos vividos de los cuales tomaste una enseñanza. Te
reconciliarás con el mundo y darás cabida a nuevas aventuras, a otras
ilusiones, te entusiasmará la idea de lo que depara el futuro, y en ese momento
agradecerás por la difícil experiencia que has pasado, reconociendo en ello un
invaluable regalo: aprender a ser valiente.
Germán Camacho López
Usted tiene una sabiduría que he buscado en los últimos tiempos, le agradezco de corazón por compartir sus pensamientos a pesar que la última entrada al Blog fue escrita mucho tiempo atrás.
ResponderEliminarSi lo llega a leer, le agradezco.